Los pros y contras de la hiperconectividad laboral

La hiperconectividad constituye quizĆ” el sĆmbolo mĆ”s nĆtido de la globalización. El salto tecnológico que significó el uso masivo de Internet y su consecuente impacto en el mundo de las comunicaciones determinó -en una era donde, ademĆ”s, desde la perspectiva económica se instauraba un auge de la apertura comercial- que las fronteras se difuminaran y que las dimensiones de tiempo y espacio perdieran relevancia.
Sin duda, las innovaciones tecnológicas, como la telefonĆa celular, las videoconferencias, el correo electrónico, los mensajes de texto y las redes sociales, han traĆdo nuevas vĆas y oportunidades de comunicación en tiempo real.
Pero la hiperconectividad no sólo ha sido utilizada en la cotidianeidad de la vida diaria. Esta creciente tendencia también se ha expandido a la vida laboral de los individuos, quienes -gracias a las diversas herramientas disponibles- puedan controlar prÔcticamente todo desde sus computadores o celulares. Estar permanentemente accesible y contar en todo momento con información pertinente, se ha convertido en toda una obligación para los profesionales actuales.
“La hiperconectividad conforma un esquema que permite acceder en forma amplĆsima a un insumo primordial que es la información. ParecerĆa acercarse mucho a la definición de paraĆso”, explica Antonio J. Dieck, rector de la Universidad de Monterrey.
Sin embargo, aclara el experto, aquello que pudiera parecer la panacea, puede revertirse si no se establecen lĆmites prudentes. “Si la hiperconectividad no es tratada con cuidado, este supuesto acceso a la información podrĆa ser un problema. Es bien conocido que llegados a un óptimo, los rendimientos de cualquier persona tenderĆ”n a ser decrecientes en la medida en que se encuentre saturado”, explica.
SegĆŗn el acadĆ©mico, el trabajador hiperconectado debe gozar de una habilidad de discernimiento que le permita encontrar, entre cĆŗmulos de datos, aquellos que resulten verdaderamente relevantes para la información que busca. Por ello, resultarĆ” de mucha ayuda una adecuada selección de las fuentes, sobre todo en la medida en que dicha selectividad se convierta en una garantĆa de veracidad.
Lorena PĆ©rez, encargada de desarrollo de carrera de la Escuela de Posgrado de la Universidad del PacĆfico de Chile, comenta que si bien la hiperconectividad bien utilizada beneficia en tĆ©rminos de tiempo, en la bĆŗsqueda de información y en la comunicación con otras personas de la organización, muchas veces, puede “producir una mayor exigencia, ya que las personas esperan que sus correos sean respondidos de forma inmediata y por lo general se molestan si hay demora en la respuesta”.
Esto provoca, segĆŗn la especialista, que no haya una percepción real del tiempo del otro, lo que puede producir malos entendidos: “no se sabe si la otra persona, a quien envĆo el mensaje, estĆ” en reunión, o estĆ” ocupada en otras labores”. Y agrega que incluso, “se ha vuelto reprobable que una persona se desconecte o no cuente con Internet o Blackberry”.
Como inconvenientes de esta nueva forma de trabajo, destacan, ademÔs, el sedentarismo al que se someten los profesionales y la dependencia excesiva de Internet, algo que provoca un colapso en la organización cuando el sistema se cae o deja de funcionar.
Controlando el fenómeno. Para controlar la hiperconectividad entre los empleados, algunas empresas bloquean el acceso a determinados sitios web, con el fin de que se centren en el trabajo y no se distraigan en asuntos personales. Si bien esta opción evita, en alguna medida, que se pierda tiempo, muchas veces puede producir resentimiento y la sensación de estar en un sistema organizacional demasiado paternalista.
“La productividad es mejor cuando se funciona por metas y la gestión del tiempo es personal. Cuando hay muchas restricciones eso inevitablemente tiene un efecto negativo a largo plazo”, dice PĆ©rez.
Guillermo Bustamante, profesor de Medios Digitales de la Universidad Mayor de Chile explica que “el multitasking es una realidad que nadie puede negar, lo importante es lograr que estĆ© en función de la compaƱĆa. Bloquear aplicaciones y sitios no es lo óptimo, pero orientarlos al trabajo sĆ”.
SegĆŗn el acadĆ©mico, el hĆ”bito de los profesionales de revisar Facebook y otros social media para buscar clientes y generar contenidos, puede llegar a ser un gran aporte para la compaƱĆa. Por ello, recomienda aprovechar el fenómeno capacitando a los empleados. “La capacitación y actualización de los trabajadores de la empresa en estas materias es primordial para poder sacarle el mayor provecho a la empresa”, asegura.
MĆ”s allĆ” del constante uso de las nuevas tecnologĆas durante la jornada laboral, la hiperconectividad en el trabajo no sólo dependerĆ” de la persona, sino mĆ”s bien de las exigencias impuestas sobre ella. Mientras existen empresas en las que se espera que el empleado estĆ© conectado las 24 horas del dĆa, hay otras en donde la utilización de estas herramientas tecnológicas serĆ”n prohibidas y sancionadas.
La propia organización y, en particular, el Ôrea de recursos humanos y jefaturas, serÔn las que deberÔn preocuparse de respetar el tiempo libre o de descanso de los empleados, y evitar por ejemplo enviar correos el fin de semana, a menos que sea absolutamente necesario, y a la vez, generar sistemas de comunicación que no dependan exclusivamente de Internet.
Tomado de America Economia.
Sin duda, las innovaciones tecnológicas, como la telefonĆa celular, las videoconferencias, el correo electrónico, los mensajes de texto y las redes sociales, han traĆdo nuevas vĆas y oportunidades de comunicación en tiempo real.
Pero la hiperconectividad no sólo ha sido utilizada en la cotidianeidad de la vida diaria. Esta creciente tendencia también se ha expandido a la vida laboral de los individuos, quienes -gracias a las diversas herramientas disponibles- puedan controlar prÔcticamente todo desde sus computadores o celulares. Estar permanentemente accesible y contar en todo momento con información pertinente, se ha convertido en toda una obligación para los profesionales actuales.
“La hiperconectividad conforma un esquema que permite acceder en forma amplĆsima a un insumo primordial que es la información. ParecerĆa acercarse mucho a la definición de paraĆso”, explica Antonio J. Dieck, rector de la Universidad de Monterrey.
Sin embargo, aclara el experto, aquello que pudiera parecer la panacea, puede revertirse si no se establecen lĆmites prudentes. “Si la hiperconectividad no es tratada con cuidado, este supuesto acceso a la información podrĆa ser un problema. Es bien conocido que llegados a un óptimo, los rendimientos de cualquier persona tenderĆ”n a ser decrecientes en la medida en que se encuentre saturado”, explica.
SegĆŗn el acadĆ©mico, el trabajador hiperconectado debe gozar de una habilidad de discernimiento que le permita encontrar, entre cĆŗmulos de datos, aquellos que resulten verdaderamente relevantes para la información que busca. Por ello, resultarĆ” de mucha ayuda una adecuada selección de las fuentes, sobre todo en la medida en que dicha selectividad se convierta en una garantĆa de veracidad.
Lorena PĆ©rez, encargada de desarrollo de carrera de la Escuela de Posgrado de la Universidad del PacĆfico de Chile, comenta que si bien la hiperconectividad bien utilizada beneficia en tĆ©rminos de tiempo, en la bĆŗsqueda de información y en la comunicación con otras personas de la organización, muchas veces, puede “producir una mayor exigencia, ya que las personas esperan que sus correos sean respondidos de forma inmediata y por lo general se molestan si hay demora en la respuesta”.
Esto provoca, segĆŗn la especialista, que no haya una percepción real del tiempo del otro, lo que puede producir malos entendidos: “no se sabe si la otra persona, a quien envĆo el mensaje, estĆ” en reunión, o estĆ” ocupada en otras labores”. Y agrega que incluso, “se ha vuelto reprobable que una persona se desconecte o no cuente con Internet o Blackberry”.
Como inconvenientes de esta nueva forma de trabajo, destacan, ademÔs, el sedentarismo al que se someten los profesionales y la dependencia excesiva de Internet, algo que provoca un colapso en la organización cuando el sistema se cae o deja de funcionar.
Controlando el fenómeno. Para controlar la hiperconectividad entre los empleados, algunas empresas bloquean el acceso a determinados sitios web, con el fin de que se centren en el trabajo y no se distraigan en asuntos personales. Si bien esta opción evita, en alguna medida, que se pierda tiempo, muchas veces puede producir resentimiento y la sensación de estar en un sistema organizacional demasiado paternalista.
“La productividad es mejor cuando se funciona por metas y la gestión del tiempo es personal. Cuando hay muchas restricciones eso inevitablemente tiene un efecto negativo a largo plazo”, dice PĆ©rez.
Guillermo Bustamante, profesor de Medios Digitales de la Universidad Mayor de Chile explica que “el multitasking es una realidad que nadie puede negar, lo importante es lograr que estĆ© en función de la compaƱĆa. Bloquear aplicaciones y sitios no es lo óptimo, pero orientarlos al trabajo sĆ”.
SegĆŗn el acadĆ©mico, el hĆ”bito de los profesionales de revisar Facebook y otros social media para buscar clientes y generar contenidos, puede llegar a ser un gran aporte para la compaƱĆa. Por ello, recomienda aprovechar el fenómeno capacitando a los empleados. “La capacitación y actualización de los trabajadores de la empresa en estas materias es primordial para poder sacarle el mayor provecho a la empresa”, asegura.
MĆ”s allĆ” del constante uso de las nuevas tecnologĆas durante la jornada laboral, la hiperconectividad en el trabajo no sólo dependerĆ” de la persona, sino mĆ”s bien de las exigencias impuestas sobre ella. Mientras existen empresas en las que se espera que el empleado estĆ© conectado las 24 horas del dĆa, hay otras en donde la utilización de estas herramientas tecnológicas serĆ”n prohibidas y sancionadas.
La propia organización y, en particular, el Ôrea de recursos humanos y jefaturas, serÔn las que deberÔn preocuparse de respetar el tiempo libre o de descanso de los empleados, y evitar por ejemplo enviar correos el fin de semana, a menos que sea absolutamente necesario, y a la vez, generar sistemas de comunicación que no dependan exclusivamente de Internet.
Tomado de America Economia.
0 comentarios :
Publicar un comentario